Dichos puntos de silencio, de indiferencia y de ignorancia dan una respuesta al porque en Colombia no se habla de política, mejor no se debe aún hablar de paz.
Con la indiferencia también pueden salir los peores puntos de la condición humana, como el deseo de dominio, el deseo de poder frente al otro, implícitamente generando el deseo de rebeldía.